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Mostrando entradas de febrero, 2015

Aceituneros.

Andaluces de Jaén, aceituneros altivos, decidme en el alma: ¿quién, quién levantó los olivos? No los levantó la nada, ni el dinero, ni el señor, sino la tierra callada, el trabajo y el sudor. Unidos al agua pura y a los planetas unidos, los tres dieron la hermosura de los troncos retorcidos. Levántate, olivo cano, dijeron al pie del viento. Y el olivo alzó una mano poderosa de cimiento. Andaluces de Jaén, aceituneros altivos, decidme en el alma: ¿quién amamantó los olivos? Vuestra sangre, vuestra vida, no la del explotador que se enriqueció en la herida generosa del sudor. No la del terrateniente que os sepultó en la pobreza, que os pisoteó la frente, que os redujo la cabeza. Árboles que vuestro afán consagró al centro del día eran principio de un pan que sólo el otro comía. ¡Cuántos siglos de aceituna, los pies y las manospesan sobre vuestros huesos! Andaluces de Jaén, aceituneros altivos, pregunta mi alma: ¿de quién, de quién son estos olivos? Jaén, levántate br
A veces sólo pensamos en huir. No sabemos ni por qué, ni de qué, ni dónde vamos a ir, pero nos invaden las ganas de estar un poco lejos de todo. La libertad y la independencia van cogidas de la mano. Sentirme presionada, observada o controlada es capaz de sacarme de mis casillas. No soporto a esa gente que no entiende que no escribo por nadie que no sea yo misma. No escribo para complacer, para gustar, para atraer, para sorprender, ni mucho menos para mandar indirectas. Siempre he sido una persona clara. Si quiero decir no, digo no. Y no quiero que me busques, déjame perderme un rato. Mi auténtico yo quiere estar un rato conmigo.

Deudas.

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Lo prometido es duda.

Vivre.

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Hablamos de lo malo que es perder el tiempo como si alguna vez lo hubiésemos aprovechado.
Un dolor me coge el pecho y de pronto sólo tengo ganas de llorar. Como si algo no fuese del todo bien. Como si nunca fuese a calmarse la marea. ¿Y si soy yo la que se está equivocando con creces? No puedo dejar que nadie me robe la palabra ni las ganas de hablar, no eres nadie para hacerme sentir anulada. ¿Por qué iba a dejarme ser una marioneta a estas alturas?
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Podéis quitárnoslo todo; todo menos la voz, todo menos las ganas de gritar, todo menos nuestra lucha. Este silbido ya no cesa.
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El sueño no acabó hasta que cerró los ojos. Y aunque parezca mentira la pesadilla empezó al volverlos a abrir. Dormir era como morir un rato demasiado corto. Nunca supo que ocurría en aquellos intervalos de nunca más de tres horas. Podría haber caído un meteorito sobre la tierra o haberse transportado a otro planeta durante 15 minutos, nunca sentía nada después. Sus verdaderos sueños sólo existían con los ojos bien abiertos.

Merci mais non.

Quise subir tu autoestima y tal vez haya hecho demasiado bien mi trabajo. Es una pena ser tan buena en todo lo que hago. Aunque, ahora que lo pienso, tal vez tú también te excediste. Y así estamos los dos ahora, con el ego inmenso y por las nubes. ¿Quién será el primero en renunciar a él y regresar a los comienzos? Sería capaz de deshacer todo el recorrido por oír tu voz, pero sólo si tú fueses capaz de hacer lo mismo. Mientras tanto, aquí seguiremos, en medio de un silencio vacío e incomodo.

Tenue y sutil

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Cerrar los ojos y fingir un sueño profundo será mi coartada perfecta para que vengas y te hagas un ovillo a mi lado, aunque aún no sé cómo disimular la sonrisa que sin duda harás brotar de mis labios con el simple tacto de tu piel.

Cuánto queda por demostrar

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Armémonos de ganas y dejemos los valores para luego.  Con tus manos me sobró la primavera, pero siempre me faltaron suspiros. Si me lanzo a tu vacío es para no salir con vida, sabes que nunca me gustó dejar las cosas a medias. Si te quedas un rato más, prometo hacerte ver lo bueno que tienen las cosas malas. ¿Sabes que sé disfrutar de los silencios que hay implícitos en el ruido?

manifestāre

Me declaro en huelga. Huelga de querencias exacerbadas. Huelga de amores poco profundos. Huelga de risas, huelga de llantos. Huelga de todo y nada, porque a veces cansa seguir un ritmo que no sabe acompasarse a tus latidos.

Urbi et orbi.

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¿Queremos perdernos o queremos que vengan a buscarnos? ¿Qué se esconde detrás de los susurros? ¿Qué hay detrás de sus silencios? ¿Que esconden tus oscuras pupilas? ¿Cuántos versos hay detrás de un par de versos?  He visto almas con más niebla que muchos días de otoño, esperanzas más grises que las nubes de invierno, y truenos de colores cuando me gritabas que no querías volver a verme. Prefiero descifrar tus palabras poco a poco, desmenuzar el recorrido de tus manos debajo de mi ropa y unir tus lunares para hacer un dibujo. Nunca me gustaron las cosas que ya venían hechas. No te asustes si cualquier día me pierdo, si aparezco en medio de la nada carcomida por la envidia o los celos. Nunca fui predecible. Nunca sabrás cuánto escondo. Ni siquiera yo lo sé. Pero si me veo reflejada en los colores tristes no será por casualidades.

¿Qué habrá más allá de su ombligo?

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Qué manía con querer sentirnos el centro de un universo infinito. Apenas somos nada, apenas un suspiro, apenas un soplo, apenas un segundo. De cada historia hacemos un mundo y existen tantos mundos en el mundo que no sé cómo podemos decir que vivimos en un pañuelo. (Vuelta a las paradojas 2.0.) Es tan curioso cómo alguien puede hacernos sentirnos especiales, lo más importante en todo el mundo. Una sola sonrisa fijada en nuestros ojos puede hacernos volar sobre los astros. Y nada más importa. Te olvidas de lo perecedero que es el mundo y le robas el protagonismo al tiempo un segundo. Ni con todo el tiempo del universo podríamos recorrerlo entero, pero yo me aventuraría al viaje de quince mil quinientos pasos. Depende de la mano que me acompañe. Está claro que un poco más allá de su ombligo existe más mundo y otras imperfecciones, pero a ratos no me alcanza la vista. No sé si quiero ponerme gafas para ver más allá. Es todo tan inmenso que sólo queremos acotarlo, y a veces limit

Nadie comprendía el perfume

Nadie comprendía el perfume De la oscura magnolia de tu vientre. Nadie sabía que martirizabas Un colibrí de amor entre los dientes. Mil caballitos persas se dormían En la plaza con luna de tu frente, Mientras que yo enlazaba cuatro noches Tu cintura, enemiga de la nieve. Entre yeso y jazmínes, tu mirada Era un pálido ramo de simientes. Yo busqué, para darte, por mi pecho Las letras de marfil que dicen siempre, Siempre, siempre: jardín de mi agonía, Tu cuerpo fugitivo para siempre, La sangre de tus venas en mi boca, Tu boca ya sin luz para mi muerte.                                                                                                                               Federico García Lorca

Contradicciones.

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Qué aburrida sería una vida con sentido. Empezar un camino y saber dónde acaba es lo más triste que podría pasarnos. Prefiero una vida llena de baches e incongruencias. Te quiero también a ti así, sin sentido, sin orden lógico, sin preferencias. Sería demasiado aburrido saber quién somos desde ya, y conocernos, y conocer nuestros pasos. Nunca conocemos a nadie y eso es lo que hace la vida más interesante. No tener sentido le da sentido a todo esto. Ojalá nunca lleguemos a razonar ni encontremos la manera perfecta y exacta de conocer todo lo que nos rodea. El día que dejemos de emocionarnos, de preguntarnos el por qué de las cosas y asombrarnos con las contradicciones infinitas, ese día empezaremos a desaparecer. No somos infinitos ni somos perecederos. Tal vez ni siquiera seamos. ¿A quién no le encanta compartir la soledad? Es la locura la que nos hace estar cuerdos. Es la tristeza lo que nos enseña a ser felices. Todo este baile de contradicciones y sinsentidos me eriza la

Explosión

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No es posesión, es un "no te vayas" en silencio, es un "te quiero siempre aquí" a gritos. Los sentimientos más sinceros no se dicen con palabras. ¿De qué nos sirven los te quieros si luego no sabemos demostrarlos? Hay que ser más constantes a la hora de amar, y es que confundimos demasiadas cosas con el amor. Un amor idealizado no nos devolverá las ganas de vivir. Hay que dejarse llevar teniendo en cuenta que no sabemos dónde vamos. Para querer, hay que querer siempre desde dentro y hacia fuera. Nunca reprimas un sentimiento.

Instrucciones para subir una escalera.

" Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se sitúa un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquiera otra combinación producirá formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer piso. Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando

Menguante

Siempre quieren de ti lo que no saben darte ellos. Quieren que seas libre pero siempre suya. Te dicen que confíes en ti misma, pero ellos no te dan confianza. La hipocresía no siempre está en los bancos, en los congresos o en las tiendas de ropa, la hipocresía está en todas esas cosas pequeñas que están hechas de buenas intenciones. Esas son las puñaladas que más duelen, las que apenas se intuyen.

y a saber

La boca siempre por delante, luego vienen los lamentos en vano. Nos pierde dejarnos llevar, pero nunca nos dejamos llevar del todo. Hablamos de lanzarnos al vacío pero siempre miramos qué hay antes de caer. Pensamos las cosas antes de decirlas pero decimos las cosas antes de pensarlas. Siempre nos perdemos en la esperanza para luego darnos cuenta de que nada tiene sentido. Sentimos nuestros pesares pero más pesan los sinsentidos. Hablamos del silencio sabiendo que no existe, porque las contradicciones son la mejor medicina para este mundo de locos. No queda nadie cuerdo en este baile de sombras.

El odio y el amor van de la mano.

Hasta la persona más fuerte sabe cuándo decir basta. Hoy tiro de tópicos y os mando a todos a tomar por culo. Nunca nadie supo cómo tratarme, cómo quererme o cómo hacerme sentir real. Todos se mueven por el peso de su propio culo y no ven más allá de su ego. Algunos intuyen que existe vida inteligente más allá de su ombligo pero ir a buscarla se hace demasiado pesado. Pero, eso sí, a la hora de opinar vamos de sobrados. Qué ganas de meterse en medio del camino, de tener la atención durante medio segundo y sentir que tienen el control. ¿El control sobre qué, palurdo ignorante? ¿Acaso es un logro ser rematadamente gilipollas? Vivís en un mundo en el que adoráis a la mierda como si fuese oro reluciente, y os la tragáis sin siquiera procesar. Y cómo os encanta ser absurdos, cómo no os enteráis de nada. Siento lástima, asco y envidia a la vez. Envidia porque mi condena es, tal vez, saber demasiado. Aunque luego lo pienso un poco mejor y preferiría estar bajo tierra a ser escoria social como

Te invito a pasar....

¿Has sentido alguna vez la sensación de asfixia? Esa sensación de que te ahogas y no puedes moverte ni reaccionar, solo puedes ver cómo se te acaba el aire y todo el mundo a tu alrededor respira el aire más puro que haya existido. ¿Has sentido alguna vez que nada tenía sentido? Esa sensación de que nada merece la pena, que todo cuánto hagas es perder el tiempo y que tu vida está abocada al fracaso. Yo sí, yo sí he sentido estas cosas. En tan numerables ocasiones que se han convertido en una ocasión continua e ininterrumpida. Cuando te planteas si quieres seguir viviendo ya has dejado de vivir. Te invito a que lo pienses, una milésima de segundo. Te invito a pasar a la habitación del desastre. Pero tal vez no puedas salir.

¿Dejamos hablar al corazón o vamos un poco más arriba?

Se acabó. Una persona muere cuando descubre la realidad en sus ojos frente al espejo. Descubrí que la mejor manera de conocerse a uno mismo es hablarse como si hablásemos al viento y las palabras fueran a perderse para siempre a la par que salen de nuestra boca. Pero parece que al escuchar mi propia voz hablar sobre lo que no me atrevo a pensar el mundo se vuelve menos frágil. Retumban los cristales y mi voz se adhiere a las baldosas de las paredes. Coge impulso al salir de mi garganta y las palabras empiezan a pesar un poco más, se agolpan en mis pies y siento que levito. Nunca tendré tanta confianza con nadie, ni conmigo misma. Mi subconsciente y yo nos llevamos bien a ratos, cuando somos personas distintas, cuando nos damos tregua y nos sentamos a hablar uno frente a otro. Pero cuando intentamos darnos la mano y caminar, todo se difama, todo parece gris y se confunde. A veces parece fácil, cerrar los ojos y dejar hablar al corazón. Pero es difícil. Más que difícil, imposible. ¿S

Morirse de frío.

"Para algunos, la vida es galopar un camino empedrado de horas, minutos y segundo. Yo, más humilde soy, y sólo quiero que la ola que surge del último suspiro de un segundo me transporte mecido hasta el siguiente," El arte es esa porción subjetiva de espacio-tiempo tan inalcanzable, pero a la vez al alcance de todos; siempre está ahí pero sólo unos pocos pueden llegar al fondo de su pozo. Para algunos el arte es un Picasso, un Sorolla, un libro centenario o el concierto de Brandenburgo de Bach. Para otros el arte está en lavarse los dientes por la mañana delante del espejo, ir cantando a clase o a trabajar, sentirse bien sin ningún motivo y dejar que el tiempo pase. Para unos pocos el arte es hacerlo distinto y no dejar de renacer cada vez que el sol sale por la mañana. Y en definitiva, eso es el arte, entender el mundo a tu manera, ver la belleza en las cosas más ínfimas e imperceptibles y amar lo que nos dé la gana. Amar es un arte. Ver la belleza en las cosas que amas es

In memoriam.

La mano derecha que se enamoró del guante izquierdo. No sé cuánto tiempo estuvimos así, inertes, uno enfrente del otro, mirándonos sin saber quiénes éramos y con la certeza de habernos conocido en otra vida. ¿Te acuerdas, verdad? ¿Tú también has pensado cada día en qué habría pasado si hubiésemos sido un poco más pacientes? El tiempo no perdona, y la inocencia impaciente tampoco. Tal vez sí éramos nosotros, pero no era el momento. Tal vez todo fue demasiado fuerte y nosotros éramos demasiado frágiles. Temía romperte si te miraba demasiado rato. Volvería atrás, volvería dos años atrás en el tiempo, donde todo empezaba y me sentía bien. Todo encajaba como un puzzle de nubes en el aire. Ojalá el viento no hubiese venido tan fuerte. Me diría a mí misma que no te dejase escapar. (Qué ingenua, dejarte escapar, cómo si hubieses logrado irte alguna vez.) Para el resto del mundo todo acabado, o tal vez nunca empezó. Pero aún siento tus pasos acercarse cuando voy por la calle, aunque estés

quererse más que quererte.

Reinventarse y no dejar de crecer. Mirar a las musas con desprecio y correr hacia unos brazos con espinas. Dejarse perder en una canción de Led Zeppelin y que sea el corazón el que lleve el ritmo, que le den a los pies.  Sembrar un libro, parir un árbol y escribir un hijo. Romper la cadena que ata el reloj a las horas y divagar en un sinsentido, y sentir la sinestesia del olor de un alma inerte. Y querer, y querer ese libro de Alberti publicado en 1978 manchado de café en la esquina superior derecha de todas sus hojas. Y aprender, aprender a no saber qué quieres y disfrutar de las contradicciones. Y sentirte cerca cuando estás lejos, y alejarme de ti cuando más cerca te quiera. Ser un globo y dejarme rozar por tus espinas afiladas. Y reinventarse y no dejar de crecer. ... 

“Más que una palabra”

La libertad es más que una palabra la libertad es una chica alegre la libertad es una parabellum o una flor la libertad es tomarse el café donde uno quiere la libertad es una perdiz herida la libertad es negarse a morir en una cama de hospital la libertad es real igual que un sueño la libertad aparece y ya no está la libertad hay que inventarla siempre la libertad puede ser del esclavo y fallarle al señor la libertad es gritar frente a la boca gris de los fusiles es amar a quien te ama la libertad es comer y repartir el pan la libertad es no ocupar asiento en el festín de la ignominia la libertad a veces es una simple línea fronteriza la libertad es la vida o es la muerte la libertad es la ira la libertad se bebe y se respira la libertad es cantar en tiempos de silencio la libertad si quieres será tuya pero solo por un momento porque cuando la tengas se escapará riendo entre tus manos y tendrás que buscarla y perseguirla por las calles, ciudades, praderas y desiertos de todo el vast