A veces sólo pensamos en huir. No sabemos ni por qué, ni de qué, ni dónde vamos a ir, pero nos invaden las ganas de estar un poco lejos de todo. La libertad y la independencia van cogidas de la mano. Sentirme presionada, observada o controlada es capaz de sacarme de mis casillas. No soporto a esa gente que no entiende que no escribo por nadie que no sea yo misma. No escribo para complacer, para gustar, para atraer, para sorprender, ni mucho menos para mandar indirectas. Siempre he sido una persona clara. Si quiero decir no, digo no. Y no quiero que me busques, déjame perderme un rato. Mi auténtico yo quiere estar un rato conmigo.

Comentarios

Entradas populares de este blog