Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2021
Crecer siendo emocionalmente compleja te hace vivir acostumbrada a un gran abanico de emociones, nunca pensé que algo me pudiese pillar por sorpresa. Después de vivir planificando mis días por horas, de pronto y sin aviso, me vi sin saber cuál sería mi siguiente paso, y entonces llegó un sentimiento que aún nunca había llegado: me sentí perdida. Hay días que lo siento como algo emocionante (por primera vez, casi no tengo ataduras) y una oportunidad de buscar mi verdadero yo, mi verdadera vocación, lo que me hace realmente feliz y entonces trazar un plan definitivo. Pero la mayoría de días se siente un punto triste, vacío, tremendamente pesado y brutalmente solitario. Es fácil agotar la paciencia cuando todo lo que quieres hacer es saltar. ¿Cómo sabes si estás haciendo todo lo que puedes hacer?
Me cerré. Ni siquiera sé cuándo pasó, quizás fue como cuando llegas tarde a casa y cierras tan despacio que al final todo pasa sin hacer ni un solo ruido. Ahora solo sé que esa puerta está cerrada porque no sé cómo abrirla. Dejé tanto fuera, que ya se habrá echado a perder, desvaneciéndose con el tiempo y la falta de interés. ¿Dónde están las ventanas abiertas? Quizás nunca debí cerrar. Ahora todo lo que queda dentro se concentra y se vuelve más pesado.