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Mostrando entradas de julio, 2018
Para descansar no vale dormir, para descansar hay que tener la mente en paz.
Algunos estamos destinados a ser meros espectadores mientras el mundo baila.
Nada surge de la nada.
Llegados al punto: puede doler, puedes sufrir, pero no pueden saberlo.
Me duele hacer a alguien llorar, o ser su preocupación. Necesito lo que odio, odio lo que necesito. Por qué será tan difícil aislarse. Por qué nunca me deja. Y gracias al cielo no lo hace.
Me habría gustado no ser yo para ser feliz y para hacer feliz. Espero poder observar desde la distancia a la gente reír.
Una parte de mí va a arrojarse al mar y la otra va a correr a por ayuda. A por ayuda de verdad. A por esa de la que te pone una pastilla bajo la lengua, te toma las constantes y te ata a una cama.
Cuando resumes en un "poner pegas" a toda una conversación sobre los sentimientos de alguien, hay distintas opciones a elegir, pero todas bastante similares: o no tienes compasión, o no quieres oir, o no te apetece entender o simplemente prefieres creer lo que te gustaría que pasara, crear en tu cabeza tu edición sobre los hechos y bloquear cualquier cosa que pueda derrocar tu castillo de nubes. No ser alguien fácil es un peso, que no te ayuden a soportarlo es una tortura.
No ser un libro abierto para nadie implicaría dejar de serlo también para mí. Propósito difícil. ¿Alguien está aquí?
Ahora quiero dejar de sentir. Arrancarme el corazón de cuajo, salir de mi cuerpo y observarme de lejos, como un fuego que se apaga pero aún es todo humo. No quiero ser consciente de que yo soy las llamas. Sólo quiero hacerme de piedra, ser una estatua.
" Si hay sufrimiento: domínalo, si queda alguna llama: no la apagues."
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En aislamiento preventivo.
Esperas que pase y anhelas que llegue lo siguiente. Llega. Y deseas que pase y llegue lo siguiente. Cuando menos te lo esperas se ha pasado la vida y has sido un mero espectador que ha vivido entre ilusiones, entre expectativas demasiado altas.
Excusas mal labradas. ¿Cuántas veces habrás ocultado malintencionadamente? ¿Cuántas veces yo habré ignorado? ¿Por qué es tan difícil vivir con las ventanas abiertas? Quizás no tengas más de lo que ofreces, quizás sólo seas lo que se ve. Aún hay gente tan profunda como un charco.
La sinceridad es un acto de riesgo. Jamás concebí la idea de no decir exactamente lo que siento, nunca se me pasó por la cabeza la idea de no decir lo que sentía con el propósito de confundir almas ajenas o jugar a ser un ser superior con ellas. Y como nunca lo hice, viví mucho tiempo con el error de que nadie más lo hiciera. Nunca pensé que la gente pudiese retorcer las ideas en su cabeza y afilarlas hasta hacerlas arma, no porque no se pudiese, si no porque ¿Por que? ¿Para qué? Abrí los ojos tarde, como cuando sales del agua y al abrirlos te ciega el sol, como cuando despiertas de un sueno y te niegas que no sea real. Cada uno de estos descubrimientos rompen mi corazón demasiado inocente para un mundo cruel un poquito más. Hasta he pensado en adoptar sus costumbres, en hacerme una coraza de hierro y utilizar el don de las palabras para hacer daño, el sentido de la lógica para entretejer las maldades. Pero no lo haré. No pienso redimirme. Seré yo aunque eso me lleve a la tumba. No pue
A veces me siento una broma de mal gusto. Un alma atrapada en un cuerpo que no cumple sus expectativas, que no es capaz de seguir la incesante necesidad de cambio y de experiencias, un pájaro atrapado en una jaula que él mismo se ha inventado.

Fantasmas del pasado

Poco pesa más que unos ojos clavados en tu espalda, juzgando tu caminar por un sendero estrecho con pinchos a los lados. Hay que cuidar cada paso, hay trampas ocultas. No puedo dejar de mirar atrás y a mi alrededor a cada paso, como si no me creyese cada mínimo avance porque aunque sé que he trabajado por él, creo que aún no lo merezco. Nunca dejo de pensar en los "y si hubiese"/"y si no hubiese". No sé pasar página. Será que tengo miedo de acabar el libro y no haber entendido de qué va la historia. Me comparo con los fantasmas del pasado y me humillo ante ellos, haciéndome pequeña, sintiéndome frágil, alimentando sus aires de grandeza y con cada vez más ganas de huir y hacer trizas mi presente y no hacer nunca que el futuro pueda ser algún día presente.
¿Y si tu alma gemela está en un universo paralelo en el que controlan el espacio-tiempo mirándote escribir esto en una pantalla y anhela el momento en el que pueda decirte sin decirlo "yo te entiendo"?
¿Quién habrá ahí fuera que tenga mis mismas dudas, mis mismas preguntas? Todo el mundo parece igual entre sí y tan distinto a ti porque no has encontrado a quien sea como mirarte en un espejo. Sólo en ese momento el mundo deja de parecerte un lugar tan enorme y dejas de sentirte aislado. Eso creo. ¿Alguna vez has escuchado una conversación ajena y te has quedado anonadado ante la lejanía de su contenido? Jamás te habría preocupado ese modo de pensar, ese modo de ver. ¿No te ha pasado que has intentado tener una conversación y antes de llegar al punto la otra persona había escalado una montaña diferente de cosas que no tenían nada que ver? Nunca me preocupó que hablasen mal de mí, aunque sé que lo hacen. Nunca me preocupó no ser el centro de una fiesta. Nunca pensé que para alguien fuese importante tantas cosas que nunca pensé. Y entre tantos esas cosas son comunes, y para mí son tan lejanas y ajenas e indiferentes, que no sé si quiero ser más como ellos o encontrar a alguien que se
A cada rato sueño las mil vidas que podría vivir si encontrase la fuerza en mi voz para pronunciar las palabras que ensayo cada noche en mi cabeza. Me imagino despierta, vital, libre y feliz. Tan lejos de mí que no imagino cómo alguien podría soportar el hecho de cogerme de la mano en este camino. Las peores cadenas son las que tú te inventas, porque siempre olvidas ponerle candado y no hay llave que las abra, sólo puedes hacerlo tú. Solo ante la adversidad de tus deseos.
Tras tantos continuos rechazos no es tan fácil abrir tu corazón, por eso escribo donde nadie me lee, porque hay cosas que necesito decir pero no quiero que nunca se sepan. Las entierro a la vista. La mayoría se lavan las manos: "Yo lo di todo por ti y tú nunca me diste nada a cambio, yo obré bien, tú mal. No supiste agradecer mi tiempo, mis preguntas, mis ofertas. No pude hacer más." Y yo pregunto: ¿De verdad me escuchaste cuando te abrí mi alma? ¿O sólo me trataste como estás acostumbrado a que te traten? La mayoría de la gente que me ha roto el corazón irá por el mundo hablando de mí como si fuese una egoísta, como si me conociese, cuando todas las palabras que yo decía se esfumaban en el viento que los rodeaba sin escuchar ni una sola. Jamás digo nada en vano. Odio hablar por hablar. Yo siento todo lo que me rodea y me fascina hablarlo, me da vitalidad hablar de lo que me duele, del daño, del odio, del miedo, del amor, de la rabia. Pero no encuentro con quién. Al fin
Una palabra y yo escribo el resto, pero no me pidas que ponga la primera piedra de todos los puentes porque todos los que empiezo se caen y ya no me queda fuerza moral.

Multiversos

No somos iguales, de hecho somos bastante diferentes. Unos respecto de otros, unos pocos dentro de los otros de parecen a los unos y nada a otros de los otros. Y está bien. Está bien mientras tú creas que está bien y nadie te haga sentir extraño por no correr en la misma dirección. Nunca fui de tener muchas relaciones. Las aparto de mí en cuanto no son lo que busco: pasión, romance, entrega. No siempre en un sentido amoroso sino también de amistad. Fui siempre del todo y nada y ahora sé que eso está bien. Que está bien tener solo 3 amigos en lugar de 15, tener sólo 2 conversaciones en WhatsApp y que una sea con tu madre y otra contigo misma, que te guste más tener 1 charla al mes que mil verborreas diarias. Está bien y no pasa nada por querer estar solo. ¿Sabes qué no está bien? Pasar tu adolescencia lamentándote no ser como los demás, crearte un blog donde llorar tu soledad en vez de quererla, sentirte fuera del agua por no querer salir con gente que critica a la gente con la que