Esperas que pase y anhelas que llegue lo siguiente. Llega. Y deseas que pase y llegue lo siguiente. Cuando menos te lo esperas se ha pasado la vida y has sido un mero espectador que ha vivido entre ilusiones, entre expectativas demasiado altas.
La paz es un nudo que siempre vuelve a enredarse, y tú lo desenredas con la delicadeza de quien desnuda una flor
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