Una parte de mí va a arrojarse al mar y la otra va a correr a por ayuda. A por ayuda de verdad. A por esa de la que te pone una pastilla bajo la lengua, te toma las constantes y te ata a una cama.
La paz es un nudo que siempre vuelve a enredarse, y tú lo desenredas con la delicadeza de quien desnuda una flor
Comentarios
Publicar un comentario