El sentido de la autodestrucción me invade en los días malos. Últimamente cada día me parece el peor día de mi vida y me vienen a la cabeza pensamientos como: ¿Recuerdas aquella vez hace 6 años cuando te dijeron amargada? ¿Y aquella otra en la que te dijeron fea? ¿O cuando te dijeron que estudiases algo más fácil, que no eras tan inteligente?
Me tropiezo con la piedra, la recojo y la pongo un poco más delante para volver a tropezar.
Y sólo quiero encontrar el valor para decirte cuánta falta me hace que vengas a verme sin avisar, cuánto te pediría un abrazo y cómo me muero por sentirme protegida.
Nada de eso vale, porque soy yo y mi odio hacia mí frente a todo, una vez más.
La paz es un nudo que siempre vuelve a enredarse, y tú lo desenredas con la delicadeza de quien desnuda una flor
Joder los días con sus memorias, creo que cuando algo nos marca no se va.
ResponderEliminarHay cicatrices que van por dentro, y es fácil quedarse mirándolas cada día
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