Apagar por un momento todo aquello que me aparta del camino. Ahora sólo hay uno y no puedo parar ni dar un paso atrás, sólo puedo seguir corriendo y no dejan de frenarme. Sólo quiero echarme a un lado y dormir o llorar. 

¿Será tan difícil que alguien tire de ti hacia delante y no deje de hacer el camino más sinuoso?

Apagarme a mí por un momento también estaría bien. Dejar de pensar. Dejar de sentir. Sólo seguir. De todas formas, ¿cuál es el sentido? El dolor, el placer. ¿Qué más dan si al final dejarán de estar? Y lo que quedará es lo que dejé de lado por sentir demasiado, por pensar cuando no debía.

La frialdad no parece estar entre mis opciones, pero sería la mejor barrera.

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