Todo duele un poco más cuando despiertas y sabes que empieza otro día de autoengaño, de mentiras. Cuando bajo la persiana al final del día me permito la sinceridad y llegan las pesadillas. Nada es real. Nada de lo que tú prometas, de lo que yo me prometa. Ningún sueño se cumple. Las expectativas son un fantasma que te hiela el corazón cuando se acercan; nunca te llegan a rozar. Nada duele más.

Comentarios

Entradas populares de este blog