Perseguidos por la soledad. ¿Así estamos todos, no? Hay días enteros en los que no hablo con nadie más que conmigo misma y me puedo pasar semanas sin rozar siquiera un abrazo. Al final me hice de hielo y hago como que todo está bien. Al final, todos lo hacemos. ¿De qué vale creer que tu soledad es más triste que la de los demás? ¿De que sirve llorar por comprensión si tú ni siquiera preguntas?
Todo el mundo tiene una lucha dentro y la tuya no vale más que la de nadie. Al final, escondo que esté en lucha por ver qué mas luchas esconden los ojos de los demás. Y al final sólo me está haciendo daño a mí. Si de todas formas los días pasan lentos y en soledad, ¿merece la pena? Ojalá alguien se parase a mirar.

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