Nadie trabaja por su felicidad y todos la viven.
Yo sin embargo, me dejo cada segundo en intentar que ese y todos los demás tengan algo mágico y merezcan la pena y sólo consigo penas.
No pensar parece el camino al cielo en este infierno, y yo no sé andar esos senderos.
Que alguien me hunda un poco más abajo.

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