La seriedad no implica tristeza, que no esté siempre riendo no significa que esté siempre triste. La risa floja, la risa vana y superficial, tendrá valor para vosotros pero no para mí. Alguien que se ríe constantemente, de todo y por todo, suele encerrar en sí una oscuridad terrible de miedo, complejo y desesperanza.
Una sonrisa, una risa silenciosa o una grotesca carcajada son un premio, un regalo demasiado caro como para echarlo por la borda. Por eso me gusta guardarlo para el calor del interior, disfrutarlo conmigo misma o con la gente que yo he elegido tener a mi lado.
No creo que nadie merezca tanto la pena como para suponer el agobio del qué dirán.

Comentarios

Entradas populares de este blog