Un ambiente nihilista acecha y carcome los rincones de un mundo ya carcomido, de nuevo, por el desencanto. ¿Lo notáis vosotros también o va a ser cierto eso de que es cosa mía? Ya no lo creo, no. No creo ser yo la única.
Sé que vosotros también podéis oler el miedo y el asco, el odio y los engaños desde muchas leguas de distancia. Lo gris del mundo ya no se esconde, grita para ser encontrado y disfruta con el desespero de una esperanza que se agota y se renueva y se agota de nuevo.
La tercera guerra mundial está a la vuelta de la esquina y no, no será por un agotamiento de los recursos, será por agotamiento de las ganas. Ganas de seguir fingiendo que todo va bien, que este es el curso natural de las cosas, que no perdimos el camino hace mucho. Aunque esto también es un recurso, claro.
Mientras todo va pudriéndose, yo espero seguir reinventándome cada mañana. La verdad está muy lejos, pero por lo menos espero no anclarme a una sola mentira.

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