¿Sabes esa sensación cuando pasas mucho tiempo metido dentro del mar? Por la noche, al llegar a la cama, aún sientes el bamboleo de las olas mecer tu cuerpo, sientes es suave golpe del viento en la cara, el pelo húmedo recorrerte la cara, el sol caliente quemarte las mejillas y dejarse caer suave en el pecho. Pues esa es la sensación que siento cuando te vas. Supongo que, de alguna forma, mi ritmo se ha acompasado al tuyo y ahora te sigo sintiendo aunque no estés. Siento de la misma forma mi cuerpo moverse con el tuyo, tu aliento en mi cuello y el sudor en la espalda. Lo siento aquí aunque no te tenga.

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