Repetir.

Pude sentir la indiferencia en tus palabras. No te estaba diciendo adiós, sólo quería oir un no te vayas, por favor'. Debería acostumbrarme a que la gente me decepcione, pero tengo sangre de idealista. ¿Por qué creer en las palabras de alguien que no te ha demostrado nada nunca? El problema no es que nos mientan, el problema es creernos la mentira. Y a veces no aprendemos,  nos encariñamos de la piedra o a saber qué pasa. Y nos quedamos en ese punto del camino en el que estoy yo ahora, en el que quieres correr y no sabes hacia dónde porque en cualquier lugar puede estar esperando el lobo feroz.

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