O miseras hominum mentes.

El universo es un gran desconocido para el ser humano. El ser humano tiene conciencia sobre sí mismo y su existencia: "Pienso, luego existo". Tiene capacidad de tener esa conciencia, piensa y sabe que piensa, pero, ¿es capaz de conocer todo lo que le rodea? Definitivamente, no. El cerebro humano no está preparado para controlar el universo entero, ya que solo somos una partícula minúscula en medio del infinito. Aún así vivimos como si lo supiésemos todo, cuando solo sabemos teorías basadas en experimentos más o menos reales, pero quién puede probar la existencia de todo esto. Nos sentimos enormes cuando no llegamos a ser nada. Tenemos capacidad de hacer de nuestra vida algo impresionante, pero eso mismo sigue significando nada, no somos más que polvo que un día una especie mayor soplará sin molestarse. Somos perecederos. Llamamos vida a lo que en realidad solo es subsistencia. Indagamos en lo que no tenemos capaz de conocer. Pero no podemos reprocharnos nada, porque es de lo único que somos capaces. Al menos, por ahora. Todas especie tiene un predecesor y un sucesor, y la nuestra aún no ha terminado de desarrollarse. ¿Qué nos depararán las generaciones futuras? ¿Será el ser humano capaz de controlar más allá de su propio ser? ¿Tendrá conciencia de lo que ocurre ahí afuera? ¿Hasta dónde es capaz de evolucionar nuestro cerebro? La naturaleza nunca deja de sorprender, por eso tenemos la capacidad de imaginar.

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