Libro triste.

Solo te escribiré cuando tenga el valor suficiente para pasar la página. En esta ya no queda espacio para más palabras rotas, solo tachones, lágrimas, sangre seca y un par de versos con el alma rota. Cuando lo haga, cuando pueda pasar la página y acabar este mal capítulo, te escribiré. Y te diré todo lo que se me atraganta. Te escribiré todo lo que ya le he susurrado a mi almohada entre sollozos, todo lo que me quita es sueño y las ganas de respirar entre latido y latido. Todo lo que tengo por decirte recae en todo lo que podríamos haber sido. Pero no, pero ya no. Y cuando te lo escriba, te lo escribiré como estoy escribiendo esto: por la falsa idea que mi corazón dicta, porque tal vez podrías leerme. Pero mi mente me dice que no. Que tú ni siquiera tuviste que pasar página, porque no me escribiste en ninguna parte. Tal vez yo logre pasar esta página, tal vez. Solo tal vez... Y si logro pasarla, seguirás apareciendo en todas las siguientes, porque dibujé un corazón en cada esquina superior de cada página del libro de mi vida. El tictac del reloj ha hecho que el papel se arrugue y ahora solo queda eso, un corazón a medio pudrir en las páginas de un libro al que le quedan pocas hojas.

Comentarios

  1. Y si te lee que sea para inspirar sus páginas limpias, y que se deshagan de tanto llorar tu ausencia.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog