Autodeterminación interna.
Piensa en el árbol de hoja caduca que ves día tras día. El viento mueve sus hojas, que con el paso de las estaciones se caen, y luego vuelven a salir, y el viento las mueve, y llega el otoño y se caen, y tras el frío vuelven a salir. El agua lo moja, la nieve lo cubre, el sol lo calienta. Pero él sigue ahí, siempre igual. Inamovible.
Las personas deberíamos tomar ejemplo. Dejar que las cosas vayan y vengan, que nos cambien y nos vuelvan a cambiar, pero no dejar nunca de ser lo que somos; nosotros.
Sabes que tienes tus respuestas, lo mismo que el árbol vuelve a ser el mismo cada estación volverás a ser las misma, aunque algunas hojas cambien de sitio porque nada queda como estaba.
ResponderEliminarEs inevitable, ciertas cosas cambian igual que el tiempo pasa. Pero lo de dentro no.
EliminarComo dice unos de mis compositores favoritos: "No conseguí cambiar el mundo, pero él tampoco a mí"
ResponderEliminarPrecioso, nunca dejes que te roben la inspiración tampoco.
Un beso.
Encuentro la inspiración en que os guste lo que escribo. Gracias.
EliminarTambién los árboles se secan, se pudren y se marchitan sin llegar a morir. Siguen estando ahí, sí, pero por dentro están muertos, y quienes pasan siguen viendo el mismo árbol, pues los cambios tardan en manifestarse al exterior... Hay etapas en las que no sabemos quienes somos, no nos ha cambiado algo, sino que somos otra cosa, otra persona.
ResponderEliminarUn saludo, una lírica preciosa, por cierto.