No me etiquetes, no soy un objeto.

Definirse es limitarse y las personas no debemos tener límites. Aprovechemos esa capacidad de imaginación que nos dio el mundo y hagamos algo grande. Somos más de lo que a simple vista se ve. Es un hecho bien establecido, y un error común, que siempre nos guiamos por la vista y nos olvidamos de lo que el corazón nos dice. Hay que aprender a escuchar al corazón. Dejar de ver a las personas con los ojos, y verlas con los oídos, con las manos, con los labios, con la piel, con el olfato. Somos mucho más de lo que el espejo refleja. No te definas en breves palabras, todo lo que eres no cabría en un libro. ¿Una imagen vale más que mil palabras? No en este caso. No se puede, ni se debe, definir a un ser humano. Somos la excepción de las excepciones. Y lo que podemos hacer no tiene límites...
Ríe, sueña, ama, llora, canta, odia, siente, baila, escribe, piensa, lee, ten rabia, ten fe, ten esperanza. Vive.

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