Microrrelato I.

Murió el que pintaba los arcoiris en el cielo después de llover. Murieron los cisnes unánimes en el lago de azur. Murió la muchacha que sacaba de sus mejillas el color para las rosas rojas y de sus ojos el de los jazmines azules. Murió, murieron. El Sol se apagó y la Luna no volvió salir. Y todo lo que ella hizo, fue apretar el gatillo. No sabía que el mundo dependía de ella, porque ella era el mundo.

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