Guía para perdonar y no equivocarse.

El perdón no es una decisión consciente casi en ningún caso. El perdón es algo que tu corazón decide ejercer cuando tu mente no te grita un "eres tonta". Desde que somos niños de párvulos, nos han enseñado que hay que aprender a perdonar, y que un "lo siento" lo arregla todo. Siempre. Yo vengo a desmontar esta teoría que defiende que solo el perdón nos dará la felicidad y que el rencor es completamente innecesario.

Hay actitudes que no merecen ser perdonadas. Los "lo siento" por inercia no significan arrepentimiento. El rencor, el dolor por un engaño, nos hacen sentir humanos. La felicidad también implica momentos en los que las decisiones hagan daño. Todos podemos cometer errores. Es más, todos los cometemos. Pero tras un error, hay dos opciones posibles: 1º Aferrarse al "sigo teniendo razón" y 2º Arrepentirse con sinceridad y reconocer el error. La primera actitud, además de denotar una increíble falta de madurez en la persona, impiden por completo que el afectado pueda perdonar. Aún así, hay casos en los que se perdona. ¿Por qué? Por una dependencia emocional de esa persona, como por ejemplo ocurre cuando un marido/novio agrede a su mujer/novia, y ésta es capaz de perdonarlo una y otra vez. Las cadenas hacia alguien nos impiden actuar con total libertad, por eso hay que desprenderse de ellas. En el segundo caso, el perdón es una opción más viable. Aquí hemos de usar la razón y decidir. Pero, ¿en qué casos perdonamos y en qué casos no? No existe un patrón. Hay que valorar cada situación y su gravedad, y depende del amor propio/orgullo de cada persona y sus circunstancias.

Es tan difícil perdonar sin equivocarse. Las personas se arrepienten, pero vuelven a cometer sus errores y el daño repercute sobre ti una y otra vez. ¿Quién me dice a mí que no me voy a arrepentir yo después? Solo hay una persona a la que siempre deber perdonar: a ti. Y tener claros tus errores, para no cometerlos después. ¿El resto? El resto es secundario. Los errores ajenos siempre te harán daño, pero habrá quien sepa compensarlos.

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