Bajo control.

Hoy me paré a observar, como casi a diario. Como por costumbre y por rutina. Pero observar y reflexionar sobre lo que veo es la rutina menos monótona que jamás pueda existir, ya que nunca se mira dos veces de la misma manera y siempre acabas encontrando nuevas mentiras.
Y hoy, hoy precisamente lo que observé, y lo que vengo aquí a contar, es sobre cómo funciona esto que nos rodea. Es una pregunta sencilla y concisa, a simple vista, pero su trasfondo es mucho más amplio y ambicioso de lo que puede parecer. ¿Alguna vez os habéis planteado esto? Qué mueve a la gente, qué mueve el mundo, qué hay detrás de lo que ocurre a nuestro alrededor (porque siempre hay algo detrás…).
Esta pregunta es de la que más ansío hallar la respuesta. Y tal vez sea un error por mi parte, porque tal vez el ser humano no sea más que una mal formada especie y no esté capacitado para dar respuesta a tal. Pero tal vez si analizamos con cuidado podamos al menos entender cómo funciona el mundo que hemos creado, este maldito desastre, este caos. Y aunque aún me quedan infinidad de pequeñas cosas por ver, por aprender, por analizar, por interiorizar y por criticar, tengo mi pequeña evaluación sobre las sociedades de hoy y es la siguiente:
Vivimos un mundo controlado, bajo autoridades de todo tipo y atados a cadenas invisibles que no somos capaces de ver y, por tanto, de romper. Los seres humanos vivimos sin vivir, bajo unas órdenes, unos patrones establecidos y unas leyes a las que debernos sin cuestionar. No somos animales dotados de razón, somos ovejas robotizadas que siguen a un pastor inútil que ellas mismas han creado. Hemos exacerbado la estupidez y la miseria, hemos llevado el fracaso a límites insospechados. Hemos perdido el rumbo, el sentido de la vida. Y ya no vivimos. La especie humana se pierde en una escala exponencial. El patrón social que seguir es claro y sencillo, haciendo una distinción entre hombres y mujeres, y es impuesto en nuestro subconsciente desde que aprendemos a sostenernos de pie. Si no cumples ese patrón, serás toda tu vida la escoria social y, claro, ¡nadie quiere eso! ¡A nadie se le ocurriría ser diferente a propósito! Todos los niños nacen y crecen deseando ser el orgullo de sus padres, que ellos los alaben por ser solo otros más sin nada característico. Obedeciendo órdenes absurdas sin ningún sentido ni criterio desde la más tierna edad es como adiestran rebaños de ovejas ciegas. 
Además de estos patrones absurdos, como los de belleza, tener un trabajo, formar una familia, esclavizarte a una hipoteca, ser un médico de éxito y en definitiva ser uno más sin destacar por nada realmente relevante, existen otras formas de autoridad. No solo los patrones sociales nos oprimen, no. Desde donde nos gobiernan, saben muy bien que el factor autoridad es realmente importante y no es algo que dejen de lado, porque ellos no son inteligentes, pero sí son avispados. Y, por tanto, utilizarán los medios de comunicación, la política, las reformas educativas y otros tantos para mantenernos a raya sin ser más de lo que se espera que seamos.
Y, de tanto forzarnos a ser lo que no somos, acabamos sin ser nada. Y de tanta autoridad impuesta, jamás conoceremos lo que es la libertad. Y vivir sin libertad, no es vivir; es morir apagándose lentamente. Es tan triste que hayamos hecho de lo hermoso de la vida un camino directo al infierno y a las llamas de la especulación. Es tan horrible que seamos incapaces de vivir siendo nosotros mismos. Es tan ridículo que se nos fuerce a ser algo que no somos para sentirnos útiles.
Ojalá la gente se quitara la venda a fuerza de intentar ver, y viese. Y viese sus propias cadenas; las cadenas que nos atan a los patrones sociales, al deber, a las leyes, a las autoridades, al qué dirán, al qué será de mí… y pudiesen romper todas esas cadenas para ser ellos mismos. Porque no hay otra manera de ser tú mismo, que serlo en libertad. Y bajo el control de una sociedad especuladora y manipuladora, bajo tanta autoridad y represión, jamás podremos ser humanos.
Y yo me he cansado de ser un robot oveja.

Comentarios

Entradas populares de este blog