...

Inventaremos nuestra particular manera de hacer poesía, sin lápiz y sin papel. Déjame susurrar bajito poemas de Neruda en tu nuca, fumar de tus labios y mirar mi mundo en el verde oliva de tus ojos. Huir a un mundo que nadie conoce al agarrar tu cuello y sentir tus manos en mi cintura. Deslizar mi dedo haciendo un recorrido por tus lunares y sentir como se eriza tu piel. Hagamos que todos los días empiece la primavera. Que ningún día sea nublado de nuestras puertas para adentro. Que detrás de cada lluvia ligera salga el más brillante arcoiris. Hazme sentir que el mundo vuela sin despegar los pies del suelo, y que siempre se puede mejorar. 
Me pongo en tus manos, no me dejes caer.

Comentarios

  1. Soy tu yo tres años más tarde. Te dejó caer. Ambas sabíamos que pasaría.

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