Vacío. Qué es y por qué me atormenta.

Estoy sentada en frente de la pantalla del ordenador, una vez más. Una tarde de viernes 13. Y de repente, algo se apodera de mis entrañas, me estremece y se me forma un nudo en la garganta. ¿Qué pasa ahora, joder? ¿Qué coño va mal? No lo sé. 
Las lágrimas brotan del naciente y recorren su cauce por las mejillas hasta desembocar en los labios dejando una amargo sabor a sal.
No hay nadie en casa. Solo oigo el silencio. Nadie me dirige un saludo. No tengo nada por hacer hoy, pero nadie quiere ocupar mi tiempo libre. Me siento sola, aislada del mundo y sin nada por hacer. El vació me llena de melancolía y hace imposible que pueda mantenerme erguida. ¿Por qué esa necesidad de sentir que tengo mil cosas por hacer para sentirme llena de algo que no sea esta insoportable sensación? Irritante.
Pero ojalá fuera tan simple. Hay mucho más detrás... ¿De dónde procede realmente mi vacío? He hablado de lo más superficial, pero mi vacío tiene su origen en el origen de mis tiempos. 
Siempre he sido una niña solitaria. Solitaria, porque siempre estoy sola, y me gusta estarlo. Pero no me gusta estarlo porque sí. Me gusta estar sola porque aprendí a estar sola. Siempre lo estuve y no conocí otra sensación.  Nunca tuve nadie en quien realmente confiar, nunca sentí que nadie me quería, jamás sentí una muestra de afecto por parte de nadie... Y hoy lo necesito. Lo necesito y no lo tengo. No lo tengo y lo necesito aún más. Me desespero. ¿Por qué yo no? ¿Por qué yo no puedo sentirme querida también? ¿Tendré algo de malo? No lo sé.
Pero quiero a ese alguien. ¿Quiero? No; necesito. Necesito a ese alguien que complete mi vida, que me haga sentir plena, que acabe con este vacío existencial. Alguien a quien amar, y alguien que me ame. Que me quiera con mis defectos, y quiera a mis defectos. Que también sepa ver lo bueno que hay en mí (que digo yo que algo habrá) y me haga verlo a mí misma. Alguien a quien poder dar todo lo que tengo por dar sin esperar recibir nada a cambio. Alguien que simplemente escuche todo lo que tengo que decir. Alguien que comprenda lo que digo, y me entienda sin esforzarse. Alguien que comparta mis gustos y los disfrute conmigo. Alguien que me quiera por como soy y que esté siempre hay. Sin excusas ni peros. Que esté conmigo "porque sí" y "no a causa de". 
Sí, definitivamente necesito a ese alguien. No sé quién es, no sé dónde está. Solo sé que está tardando demasiado en venir, y que siempre le guardaré rencor por no haber venido antes.
La soledad, no es estar solo, es estar vacío. Por eso, a parte de vacío siento soledad. No, no estoy sola. Estoy rodeada de miles de personas a las que no les importa lo que soy. Pero para completar ese vacío necesito a ese alguien cuyo lugar nadie más ocupa.
Mientras este vacío me consume, dejaré que ese alguien me encuentre, yo ya no puedo buscar más... Pero ojalá que esta pesadilla acabe pronto, que ese alguien llegue, me mire a los ojos y me diga que todo esto no ha sido más que un mal sueño.

Comentarios

Entradas populares de este blog