Sueños de anarquía.

Todo el mundo dijo que la anarquía no era más que una absurdez imposible y yo decidí creerlos. Por eso me aferré a otras ideas que me dieran la posibilidad de ese cambio de base tan necesario, y no me arrepiento. El marxismo y el comunismo es una buena forma de buscar una revolución en la sociedad.
Y así vivo hoy; cerebro comunista, corazón anarquista. Vivo con ideas comunistas fijas en mi mente, por las cuales busco esa igualdad y esa justicia necesaria entre la gente para vivir en paz de una vez. Por eso defiendo la lucha de clases y el socialismo, porque creo que es la única forma posible de conseguir un cambio en nuestra sociedad. Pero las ideas anarquistas viven en mi corazón y tengo ese sueño presente... Siempre.
Sueño con el día en el que se rompan los gobiernos y la gente decida amarse sin más excusas. Sueño con poder vivir en libertad plena disfrutando de los avances conseguidos en las tecnologías y las ciencias. Somos los más ricos en cuanto a recursos, y los más pobres de corazón... Tanta inteligencia nos ha hecho duros y fríos. Pensamos demasiado y sentimos muy poco. Por eso siento que mis ganas de un mundo de paz y libertad no son más que un sueño que jamás se hará realidad. Este mundo está demasiado enfermo y no presenta mejoría... por eso, lo mejor es no poner demasiadas esperanzas en él.
Y, arruinados mis sueños, tuve que elegir otro camino. No sé si será el correcto, y creo que no, porque el correcto debería ser el que guíe mi corazón y no la opresión ni la burla de entrometidos conformistas. Por eso, me encargaré de que paguen los culpables de que no se cumplan mis utopías.

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